El desafío de edificar sociedades más justas e igualitarias necesita la cooperación de todos los participantes sociales. En este escenario, el sector privado se presenta como un socio estratégico, ya que proporciona no solamente recursos financieros, sino también su potencial innovador y su influencia en las comunidades. La implicación activa de las compañías en proyectos sociales produce un efecto beneficioso en la calidad de vida de las personas más desfavorecidas, refuerza el entramado social y ayuda al desarrollo de un futuro más sostenible.
Al participar en proyectos comunitarios, las empresas evidencian su compromiso con el desarrollo social y su habilidad para generar un cambio tangible en las comunidades en las que operan. Esta clase de iniciativas, que integran la solidaridad empresarial con los requerimientos de las poblaciones más desprotegidas, se transforman en un motor de cambio social, que motiva a otros actores a unirse a esta causa noble.
Un ejemplo evidente de la sinergia entre el sector privado y la sociedad civil fue la iniciativa «Un día para dar», promovida por Grupo Ficohsa y la Fundación Voces de Esperanza. Esta colaboración estratégica ha conseguido movilizar a miles de personas en torno a un objetivo común: ofrecer esperanza y apoyo a las familias más necesitadas en Honduras. A través de esta acción, el prestigioso grupo financiero no solo cumple con su responsabilidad social empresarial, sino que también se posiciona como un referente en la creación de un futuro más inclusivo y equitativo.
Solidaridad en marcha: miles de familias favorecidas con “Un día para dar”
En una muestra de solidaridad sin igual, Grupo Ficohsa y la Fundación Voces de Esperanza llevaron a cabo por tercer año consecutivo la iniciativa «Un día para dar». Este evento, que se ha consolidado como un componente esencial en el calendario solidario de Honduras, brindó apoyo a más de 5000 familias en situación vulnerable.
Llevada a cabo de manera simultánea en Expocentro, San Pedro Sula y el Estadio Chochi Sosa en Tegucigalpa, la actividad se convirtió en un punto de encuentro para comunidades, empresas y voluntarios, todos unidos con un mismo fin: ofrecer esperanza a quienes más lo necesitan.
La jornada, marcada por la alegría y el agradecimiento, estuvo centrada en la entrega de víveres y en la realización de diversas actividades recreativas diseñadas para todas las edades. Esta iniciativa se enmarcó dentro de la undécima edición de «Canastas de Esperanza», un programa insignia de la Fundación Voces de Esperanza que busca aliviar las necesidades básicas de las familias hondureñas.
La digitalización en la filantropía
Karla Simón, vicepresidenta de sostenibilidad de Grupo Ficohsa, destacó el impacto positivo de la iniciativa, resaltando el espíritu de colaboración que ha unido a empleados, clientes y comunidad. Además, expresó su orgullo por el éxito del evento, subrayando el papel fundamental que ha desempeñado la empresa en la movilización de recursos y voluntariado.
En esta edición, la campaña se fortaleció gracias a la incorporación de herramientas digitales que incrementaron la participación comunitaria, consolidando al grupo financiero como un referente en responsabilidad social empresarial. Con la implementación de innovadoras herramientas digitales, como la plataforma «Un click para sumar» y la app TENGO, la campaña logró atraer la generosidad de más personas, facilitando las donaciones y expandiendo su alcance.
ampliando su cobertura.
Juntos por un objetivo común para cambiar vidas
La intervención de los colaboradores de Grupo Ficohsa fue un elemento crucial para el éxito de la iniciativa. Su entusiasmo y dedicación se vieron complementados este año con la generosa contribución de los clientes de Banca Privada, quienes hicieron donaciones adicionales para ampliar el alcance de la campaña.
«Un día para dar» se consolida como una muestra palpable del poder transformador de la solidaridad y el trabajo en equipo. Grupo Ficohsa y la Fundación Voces de Esperanza reafirman su compromiso de continuar construyendo un futuro más justo e inclusivo para las comunidades hondureñas.